dilluns, 20 d’octubre del 2008



Maulets de Gramenet del Besòs, Maulets Badalona, L'avantguarda - Assemblea de Joves de Badalona Sud (AJBS-CAJEI) i l'Assemblea de Joves de Montada i Reixac (AJMiR), organitzen una Marxa jove en defensa de la Serralada de Marina, que tindrà lloc el proper diumenge dia 26 d'octubre i que sortirà a les 10 del matí del metro de Pep Ventura, travessarà la serralada fins arribar a Montcada i Reixac, on es farà un dinar popular pels assistents i tot aquell que s'hi vulgui apropar.
La serralada de la Marina és un espai compartir pel Barcelonès Nord i el Vallès Occidental. Un espai que segons remarquen aquestes organitzacions es troba "constantment atacat i destruït amb la permissivitat dels respectius ajuntaments, que prefereixen veure augmentat el seu benefici gràcies a l'especulació d'aquests terrenys a defensar el nostre territori, sense veure que és una part molt important del nostre patrimoni".
És per això que consideren que el jovent no pot restar impassible davant la destrucció del territori, en general, i de la Serralada de Marina, en particular.

6 comentaris:

Anònim ha dit...

Subject: La normalització lingüística i la Cervesa MORITZ...
To: aaaaaa@aaaa.net

Cervesa Moritz

Catalunya i el catalanisme continuen sent l'objectiu predilecte de l'armada mediàtica madrilenya.

Cada dia col•leccionen nous enemics. Cada català és un dimoni en
potència i ells fan d'àngel exterminador de bèsties. Aquest mes la víctima propiciatòria és la cervesa Moritz.

Por tierra, mar y aire -és a dir, des de la televisió, la ràdio i la
premsa-, els mitjans de comunicació de la gran capital han començar a disparar contra els propietaris de la marca catalana', 'per haver subvencionat l'organització Plataforma per la Llengua'.

Es deuen pensar que deu ser una plataforma atòmica. Com que Corea del Nord ha pactat,ara el gran perill nuclear són la
Plataforma i la cervesa Moritz, que etiqueta 'exclusivament en català'.

La família cervesera ha fet una nota pública en què surten al pas contra la campanya i proclamen 'el profund compromís amb Catalunya des de 1856'. 'Per això donem suport en la mesura de les nostres possibilitats a diverses iniciatives adreçades a la normalització de l'ús del català i a la cultura catalana'.

Com els fabricants afirmen, Moritz etiqueta en català 'perquè és l'idioma propi del país en el qual té l'origen, la seu social i el
cent per cent del mercat'. Que n'és de difícil, ser normal...

Passa-ho si us plau
I si t'agrada la cervesa, ja ho saps! Manolo “zapatero”,.

Anònim ha dit...

El alcalde de Puerto Real: "En este país no se puede hablar del Rey, ni de sus negocios, ni de sus socios" LA VANGUARDIA 27/10/2008
El alcalde de Puerto Real declara ante la Audiencia Nacional por injurias a la Corona
Madrid. (EFE).- El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha transformado en procedimiento abreviado, trámite inmediatamente anterior a la celebración del juicio oral, las diligencias previas por un delito de injurias graves al Rey abiertas al alcalde de Puerto Real (Cádiz), José Antonio Barroso (IU).
El magistrado ha adoptado esta decisión en un auto tras tomar declaración a Barroso como imputado, ya que calificó de "corrupto" al Rey en un discurso pronunciado el pasado 14 de abril, y ha pedido al fiscal que en un plazo de 10 días solicite la apertura de juicio oral o el sobreseimiento de la causa, sin perjuicio de que pueda pedir "excepcionalmente" la práctica de diligencias para formular la acusación.

En el relato de hechos, Grande-Marlaska señala que Barroso hizo sus manifestaciones durante un discurso pronunciado con motivo del aniversario de la proclamación de la Segunda República en el que aseguró: "El Borbón es el hijo de un crápula (...), el Borbón es hijo de una persona de condición licenciosa, deplorable, deleznable, no menos licenciosa que la de su esposa".

"Si algo había que aplicarle, sería la ley de extranjería, y no a ningún emigrante que viene a construir este país, es algo de lo que nos debemos avergonzar", continúa el auto, que subraya que el alcalde "retó" a los medios de comunicación a publicar "la condición corrupta del Jefe del Estado (...), el Rey es de naturaleza corrupta porque lo es de condición, pero también lo es en lo personal".

El juez considera que estas declaraciones "revisten por ahora" los caracteres de un delito de injurias graves al Rey -castigado con multa de 6 a 24 meses-, y que trascienden "el ejercicio legítimo del derecho de libertad de expresión, incluso política, dada la condición del imputado".

Las califica de "desproporcional a los fines de conjugar la crítica, incluida la institución monárquica dentro del debate público que quiera concluirse, violentando el límite de intangibilidad inherente a la dignidad de la persona que la encarna, así como de los fundamentos del orden político y de la paz social".

A la salida de la Audiencia Nacional, donde una treintena de personas -entre ellas el presidente del PCE, Felipe Alcaraz- le esperaban entre aplausos y con banderas republicanas, Barroso ha manifestado que, pese a que el archivo de la causa hubiese sido un "éxito político notable", la decisión del juez "va a favorecer el debate sobre la naturaleza del ciudadano Juan Carlos de Borbón y su entorno familiar y empresarial".

"En este país no se puede hablar del Rey, ni de sus negocios, ni de sus socios, ni de la fortuna de origen desconocido. El Rey es inimputable, inviolable y, por lo que se ve, incalificable", ha sostenido el alcalde, que ha añadido que se siente en la obligación de "seguir insistiendo en que se conozcan todas sus andanzas, incluso sus escarceos amorosos", ha detallado.

Barroso ha culpado a la "dirección del PSOE" de convertirse en "el principal blindaje que el Rey tiene" que impide que "la libertad de expresión y las investigación llegue a penetrar" El abogado del alcalde, Enrique Santiago, ha recalcado que las manifestaciones de Barroso se enmarcan dentro del ejercicio de su libertad de expresión "sin ninguna intencionalidad, sino en un contexto histórica, en unas referencias históricas sobre la condición personal y familiar" de los miembros de la Familia Real.

Además, ha fundamentado sus ataques al Rey en libros como 'El negocio de la libertad', de Jesús Cacho, o 'El último Borbón', de Amadeo Martínez Inglés; obras que, para el alcalde, "se han editado y publicado en España "sin ninguna traba".

Anònim ha dit...

Amadeo Martínez Inglés, coronel del Ejército
Octubre 10, 2008 •
“Quizá esté equivocado y mis denuncias contra el rey Juan Carlos: asesinato, golpismo, malversación de fondos reservados, terrorismo de Estado, corrupción…no tengan la suficiente enjundia (política, jurídica, social…) como para que el Congreso de los Diputados, máximo órgano representativo del pueblo español, se vea impelido a investigarlos y, en consecuencia, su excelentísima persona urgida a mover de una vez su estúpido trasero.”
El alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso (IU), no se arrepiente lo más mínimo de sus críticas a la Corona. El próximo lunes tendrá que declarar en calidad de imputado en la Audiencia Nacional por calificar al monarca de «corrupto» y «crápula». Insiste en que esta declaración la hizo en calidad de miembro del Ateneo Republicano y no como regidor de Puerto Real.
Barroso ha comparecido para explicar y justificar sus críticas a la Corona y lo ha hecho parapetado en dos libros que, según sus conclusiones, ponen en evidencia la trayectoria del Rey de España. ‘El negocio de la libertad’, del periodista Jesús Cacho, y ‘Juan Carlos I, el último Borbón. La Mentira de la Monarquía Española’, del historiador y ex coronel del Ejército, Amadeo Martínez Inglés, destacan, según Barroso, «los escarceos amorosos del Rey con la actriz Bárbara Rey, así como su vinculación con el 23-F». El alcalde de Puerto Real se pregunta por qué el juez Grande-Marlaska no ha imputado a su autores. Barroso ha ido más allá en sus declaraciones contra la Corona y dice que ha puesto a la luz pública «lo que es un secreto a voces»
Don Amadeo Martínez Inglés, coronel del Ejército, escritor e historiador militar, se dirige por segunda vez a VE y a la Cámara que preside con arreglo a lo que dispone el artículo 77.1 de la Constitución española manifestándole lo siguiente:

Con fecha 4 de abril del presente año, y de acuerdo a lo establecido en el artículo 77.1 de la Carta Magna española, elevé a su autoridad un escrito en el que le solicitaba la creación de una Comisión de Investigación parlamentaria que, conforme a lo señalado en el artículo 76.1 de ese mismo texto legal, procediera de inmediato a estudiar e investigar los presuntos delitos cometidos por el rey Juan Carlos, tanto en su juventud como en su ya largo reinado, y de los que existen abundantes indicios racionales en las exhaustivas y complejas investigaciones que como historiador militar me he permitido realizar a lo largo de los últimos veinticinco años. Presuntos delitos que le especificaba con todo detalle en el mencionado documento: homicidio imprudente, asesinato, golpismo, malversación de fondos públicos, corrupción generalizada, terrorismo de Estado…

Han pasado seis largos meses desde que le remití el escrito y VE, obviamente, no se ha molestado siquiera en acusar recibo del mismo. Puesto a analizar tamaña falta de profesionalidad, dejación de sus responsabilidades como máximo representante del pueblo soberano y auténtica falta de respeto hacia un ciudadano español que cree desenvolverse en un Estado de derecho y paga religiosamente sus impuestos (una parte alícuota de los cuales va directamente al bolsillo de su excelencia), sólo llego a atisbar tres posibles causas del desafuero institucional cometido por VE contra mi persona. Son las siguientes:
1ª.- Quizá esté equivocado y mis denuncias contra el rey Juan Carlos: asesinato, golpismo, malversación de fondos reservados, terrorismo de Estado, corrupción…no tengan la suficiente enjundia (política, jurídica, social…) como para que el Congreso de los Diputados, máximo órgano representativo del pueblo español, se vea impelido a investigarlos y, en consecuencia, su excelentísima persona urgida a mover de una vez su estúpido trasero.
2ª.- Pudiera ser también que el estado anímico de su honorable persona, señor Bono, no sea el mejor de los posibles después de su heroica decisión de congelar los emolumentos de todas las señorías que en esa Cámara calientan banco tres días a la semana. Con lo que el sueldo mensual de su presidente, el de su excelencia (mensual, no anual como es muy frecuente entre los ciudadanos españoles) deberá seguir siendo durante todo el año de crisis de 2009 de unos 15.000 euros. Desde luego, con esos ingresos puede resultar hasta comprensible su absentismo laboral…
3ª.- O tal vez la razón suprema de su falta de educación, señor Bono, tenga algo que ver con el miedo de su señoría excelentísima a que, si se crea la Comisión de Investigación solicitada, se le caigan definitivamente los palos del sombrajo a este Régimen benefactor y singular levantado con tanto esfuerzo por el franquismo para que nada cambiara de verdad en este país tras la muerte del dictador y VE se quede a la intemperie y sin ese modesto sueldo a que me refería en el apartado anterior.
De todas formas, señor Bono, por una u otras razones, usted no ha cumplido con sus deberes como presidente del Congreso de los Diputados. Yo le remití mi solicitud sobre la base de un derecho constitucional (artículo 77.1) y de ese derecho como ciudadano español se desprende una obligación por su parte: la de acusar recibo de la misma y tramitarla con arreglo a las normas pertinentes de actuación parlamentaria. Porque si usted no cumple con su obligación como presidente de esa Cámara, alegando cortedad en el sueldo o alguna otra razón que se me escapa, yo me quedo sin derecho, sin Comisión de Investigación y sin Constitución que valga. Y lo que es todavía peor: los españoles (empezando por usted) se van a quedar en la inopia para siempre en relación con las perrerías cometidas durante su ya largo reinado por el último de los Borbones.

Y ahora paso al meollo del presente escrito, es decir, a contarle algunas cosas muy graves, muy graves, muy graves… gravísimas ¡como no! del actual rey de España, Juan Carlos I de Borbón. Más que nada para que tome buena nota de ellas, añadiéndolas en lugar preferente al inventario de presuntos delitos que ya le he remitido y que deberá ser estudiado, cuando a usted le venga bien, por la todavía nonata Comisión de Investigación Borbónica Española (CIBE)
Me estoy refiriendo en concreto, señor Bono, a tres nuevos, espeluznantes, bochornosos, repugnantes… delitos, que ni la historia ni los ciudadanos españoles conocen todavía en toda su profunda dimensión (algunos historiadores, obviamente, estamos en ello) cometidos en los últimos meses del año 1975 por el entonces príncipe de España, justo cuando desempeñaba la Jefatura del Estado de una forma interina pero con todos los poderes del dictador en la mano. Presuntos delitos que de entrada podríamos catalogar, hasta que la citada Comisión parlamentaria pueda pronunciarse, como de alta traición, cobardía ante el enemigo y genocidio. Sí, sí, no se me ponga nervioso, señor Bono, que enseguida paso a informarle largo y tendido sobre el asqueroso hecho político que acoge estas figuras delictivas de Juan Carlos I, que para eso soy historiador militar y, modestia aparte, creo que de todo esto sé un poquito, lo justo quizá para despertar su mente y la de algunos miles de ciudadanos españoles.
Y le voy a exponer el asunto, en principio, señor presidente, de una forma extractada y casi telegráfica (aunque creo que muy comprensible para usted, que me imagino tiene cierta culturilla histórica, y para el lector medio) pues no querría bajo ninguna circunstancia que este escrito se convirtiera, por mor de mi incontinencia profesional, en una larga y tediosa lección magistral de historia de España. Eso lo dejo, si a vuecencia le parece bien, para deleite de las señorías a las que les corresponda un día poner en su sitio, de una vez por todas, a este Borbón de medio pelo salido de las cloacas del franquismo que ha tomado la jefatura del Estado español como su finca particular y su saneado negocio.
El hecho histórico a que me refiero, señor Bono, no es otro que el de la vergonzosa entrega a Marruecos, en noviembre de 1975, de nada menos que 200.000 kms cuadrados del llamado Sahara español (provincia africana según Franco, territorio bajo administración española según la ONU) por miedo a tener que enfrentar una guerra con ese país (que había organizado una marcha “pacífica” de 300.000 ciudadanos marroquíes y nos amenazaba con la invasión pura y dura) y tras un pacto secreto entre el jefe de Estado español en funciones en aquellos dramáticos momentos (el príncipe Juan Carlos de Borbón), la CIA y el Departamento de Estado norteamericano (Kissinger). Pacto por el cual el heredero de Franco se quitaba de en medio una muy probable guerra colonial con nuestro vecino del sur (que podía poner en grave peligro su ansiada corona) y recibía además el inmenso apoyo político yanqui para estabilizar su tambaleante Régimen.
A cambio, claro está, de traicionar con nocturnidad y alevosía, como ha sido práctica habitual en él, al pueblo español (ajeno a todo como siempre), a sus Fuerzas Armadas (que a pesar de su abandono operativo y escasez de medios estaban dispuestas a sacrificarse por defender el honor de España y la legalidad internacional), al pueblo saharaui (que sería entregado desarmado al invasor y bárbaramente masacrado en una desigual guerra y en un oscuro genocidio que se saldarían con más de cuatro mil víctimas, y del que cualquier juez imparcial pediría responsabilidades al jefe del Estado español por cómplice y colaborador necesario) y a la ONU (que había decretado a través de su Tribunal Internacional de Justicia y de su resolución 380 la ilegalidad de la acción unilateral de Marruecos y el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación).
Empecemos, pues, presidente, y que nadie desdeñe el asunto como lejano en el tiempo o meramente historicista pues estamos hablando de hechos gravísimos cometidos en su día por el actual jefe del Estado español, como son los presuntos delitos de “alta traición a la nación española” tras la acción consumada y no debatida en sus órganos institucionales de la entrega a una potencia invasora de una parte importantísima del territorio nacional sin intentar defenderlo siquiera y tras un pacto secreto con el propio enemigo y su socio geoestratégico; de “cobardía ante el enemigo” por parte del jefe del Estado español en funciones de comandante en jefe del Ejército que entrega sin combatir una parte substancial del territorio nacional tras un pacto secreto con el enemigo; y de “genocidio” contra el pueblo saharaui, en grado de colaboración necesaria con el ejecutor directo del mismo (el sátrapa marroquí), al haber puesto bajo la bota de su Ejército, totalmente desarmados, a los 30.000 habitantes de la antigua provincia española, a los que debería haber defendido con arreglo al Derecho Internacional y a los derechos humanos más fundamentales.
Repasemos, pues, esos lamentables hechos, próximo a cumplirse su 33 aniversario:
21 de agosto de 1975
El departamento de Estado norteamericano da luz verde a un proyecto estratégico secreto de la CIA, financiado por Arabia Saudí, para arrebatar la antigua provincia del Sahara (270.000 Kms cuadrados) a España. Un territorio vital desde el punto geoestratégico, rico en fosfatos, hierro, petróleo y gas, que EE.UU no está dispuesto a dejar en manos de España dada la situación en que se encuentra el régimen franquista. El plan consiste en invadir la zona mediante una marcha “pacífica” de unos 300.000 ciudadanos marroquíes (Marcha Verde), que se harían pasar por antiguos habitantes de la zona.
6 de octubre de 1975
El servicio de Inteligencia del Ejército español informa a Franco, ya muy enfermo, de los planes de EE.UU en relación con el Sahara.
16 de octubre de 1975
La Marcha Verde es anunciada por Hasan II, al mismo tiempo que el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU rechaza las pretensiones de Maruecos sobre ese territorio.
20 de octubre de 1975
Franco empeora ostensiblemente. Sufre un nuevo ataque al corazón.
21 de octubre de 1975
El príncipe Juan Carlos de Borbón, heredero del dictador, se niega a aceptar la jefatura del Estado con carácter interino. Quiere plenos poderes para poder actuar en el Sahara.
22 de octubre de 1975
El presidente del Gobierno español, Arias Navarro, con conocimiento de Franco, manda a Solís a Rabat para tratar de parar el órdago marroquí prometiendo negociaciones sobre el tema en cuanto la situación del dictador mejore.
26 de octubre de 1975
Comienza la Marcha Verde en territorio marroquí. Toda la planificación operativa y la organización logística han corrido a cargo de técnicos norteamericanos.
30 de octubre de 1975
Juan Carlos de Borbón se hace cargo de la jefatura del Estado español (artículo 11 de la ley Orgánica del Estado). Está muy preocupado por la situación en el Sahara pues tiene muy presente el caso portugués. No quiere que la situación le desborde.
31 de octubre de 1975
El príncipe preside un Consejo de Ministros en La Zarzuela. Cuestión prioritaria: el Sahara. Asiste invitado el jefe del Estado Mayor del Ejército, Carlos Fernández Vallespín. Juan Carlos manifiesta su férrea determinación de ponerse al frente de la situación. Sin embargo, no les dice a los reunidos que él ya ha enviado a su hombre de confianza, Manuel Prado y Colón de Carvajal, a Washington, para solicitar la ayuda de Henry Kissinger. Es consciente de que una guerra colonial con Marruecos en aquellos momentos podría precipitar los acontecimientos al estilo de lo acaecido en Portugal y que podría perder su corona antes de ceñirla.
El secretario de Estado norteamericano acepta la mediación solicitada por el nuevo jefe del Estado español, intercede ante Hassan II y en las siguientes horas se pergeña un pacto secreto por el que Juan Carlos se compromete a entregar el Sahara español a Marruecos (vistiendo el muñeco de la rendición con unas amañadas conversaciones políticas en Madrid), a cambio del total apoyo político americano en su próxima andadura como rey de España.
2 de noviembre de 1975
Juan Carlos de Borbón visita las tropas destacadas en El Aaiun en un viaje sorpresa. Está en tratos secretos con los americanos para la entrega del territorio, pero no tiene ningún reparo en escenificar un “teatrillo castrense” con los militares (a los que traicionará en las siguientes horas igual que al pueblo español, a los saharauis y a la propia ONU) echando mano de la extensa parafernalia castrense propia de estos actos: formación solemne, desfile, honor a los muertos, recepción en el Casino Militar… En este centro, en el curso de una bien regada copa de vino español, hasta se permite el lujo de representar el papel de un moderno “Escipión El Africano a la española”, diciéndoles a los oficiales de las tropas allí destacadas: “España no dará un paso atrás, cumplirá todos sus compromisos, respetará el derecho de los saharauis a ser libres” y también, hinchando el pecho y subiendo la barbilla: “No dudéis que vuestro comandante en jefe estará aquí, con todos vosotros, en cuanto suene el primer disparo”
¡La cara de este hombre es de cemento! (Nota del autor)
6 de noviembre de 1975
La Marcha Verde invade la antigua provincia africana española. En virtud del pacto secreto (alta traición) entre Kissinger, Hassan II y el flamante nuevo jefe del Estado español (el viejo se está muriendo en el hospital hecho un guiñapo entre monitores y sondas) los campos de minas de la frontera han sido levantados y los legionarios españoles prudentemente retirados. España hasta se permite la desvergüenza de enviar al ministro de la Presidencia para que gire una visita de cortesía a los campamentos marroquíes. La ONU, incómoda y sin saber de qué va la cosa, urge a Hassan II a retirarse y a respetar la legalidad internacional. España mira para otro lado ¡bastante tiene el principito con asegurar su corona! y el tirano alauí no hace el menor caso.
9 de noviembre de 1975
Hassan II da por alcanzados todos sus objetivos en el Sahara y en espera de las conversaciones de Madrid (ya tiene asegurada su presa) retira los campamentos de la Marcha Verde a Tarfaya. Argelia protesta y retira su embajador en Rabat. Los polisarios, traicionados por España, se aprestan a la lucha.
12 de noviembre de 1975
Comienza la Conferencia de Madrid entre España, Marruecos y Mauritania, con EE.UU de mandamás en la sombra.
14 de noviembre de 1975
Declaración de Madrid sobre el Sahara. Se entrega a Marruecos toda la parte norte de la antigua provincia española: 200.000 Kms cuadrados de gran importancia geoestratégica, muy ricos en toda clase de minerales, gas y petróleo (descubierto por petrolíferas yanquis y en reserva estratégica). A Mauritania (que los abandonará enseguida en beneficio de su poderoso vecino del norte) se le transfieren 70.000 Kms cuadrados del sur, los más pobres e improductivos. Las Cortes y el pueblo español no saben nada del asunto. Todo se ha tejido entre bastidores, con la CIA, el departamento de Estado norteamericano y los servicios secretos marroquíes como maestros de una ceremonia bochornosa en la que el príncipe Juan Carlos ha movido sus hilos a través de sus validos y hombres de confianza: Armada, Mondéjar, Torcuato Fernández Miranda… mientras el Gobierno del anonadado Arias Navarro, con Franco moribundo y su porvenir político en el alero, se ha limitado a ejercer de convidado de piedra en la mayor vergüenza política y militar de España en toda su historia. Porque sí, efectivamente, este país, después de su flash imperial, ha padecido en diferentes épocas derrotas sin cuento, descalabros memorables y renuncios espectaculares, pero nunca jamás había traicionado de una forma tan perversa a sus propios ciudadanos (los saharauis lo eran en 1975), se había humillado de tal manera ante un pueblo más débil que él pactando en secreto su rendición, y abandonado cobardemente el campo de batalla sin pegar un solo tiro y después de entregar a su envalentonado enemigo acuartelamientos, armas y bagajes.
Una vergüenza histórica sin paliativos, a cargar ¡como no! en el “debe” de un príncipe sin principios morales de ninguna clase, cargado de ambición, bufón de un dictador sin escrúpulos, ansioso de poner sobre su cabeza los ridículos oropeles de una corona trasnochada y profanada hasta la saciedad en el pasado por reyes despreciables de su propia dinastía, y que se permitió el lujo de vender a su propio país, a su pueblo, a la sacrificada minoría étnica que, bajo nuestras leyes y nuestra protección, creyó en la promesas de España y en ser libres algún día.
De todo esto que le cuento, señor Bono, poca información han recibido durante nuestra sacrosanta transición tanto el pueblo español como su clase política. Había que preservar, así lo estipula la Constitución franquista del 78, la imagen del rey que iba a salvarnos a todos y a traernos los derechos y libertades conculcados durante décadas por su amo y señor.
Termino, señor presidente del Congreso de los Diputados, y recuerde: alta traición, cobardía ante el enemigo y genocidio. ¡Casi nada! ¿No le parece a su excelencia que quizá esa Comisión de Investigación que tanto pavor le produce debería comenzar su trabajo analizando tan escalofriantes delitos?
Reciba, señor presidente del Congreso de los Diputados, un afectuoso saludo
Firmo el presente escrito en Alcalá de Henares a 8 de octubre de 2008

Anònim ha dit...

Relaciones psoe-polanco-elrey ("el negocio de la libertad de jesus cacho")"
Me gustaría poner de manifiesto lo que se vino en llamar "Pacto de Marivent".

"Existen afirmaciones del diputado Pablo Castellanos según las cuales existe un pacto, que podría llamarse de Marivent, entre Felipe González y José María Aznar, para evitar a todo trance contrariedades procesales al ex presidente del Gobierno."

En el libro: El negocio de la libertad, de Jesús Cacho:

En su voluminoso trabajo -Jesús Cacho, actualmente columnista en el diario El Mundo y en el semanario Época- desvela las tramas del poder en España. La idea central y obsesivamente reiterada a lo largo de la misma es la que sigue: la transición democrática que sucedió al régimen de Franco dio lugar a la instalación de otro régimen, conformado a su vez por la simbiosis PSOE-Grupo Prisa, con Felipe González y Jesús Polanco a la cabeza, y con la oligarquía de siempre (Botín, Ybarra, March, etc.) y la Corona perfectamente acoplados.

La caracterización del emporio de Polanco, los beneficios y las prebendas que le fueron concedidos por el PSOE, así como su íntima relación con esta formación política, junto a la "batalla de las plataformas digitales" -presentada con tintes épicos como un pulso de poder entre un contubernio fáctico al gobierno legítimamente elegido del PP- y algunas "hazañas" de la banda de los GAL ocuparán buena parte de este libro. En el epílogo -por no decir a lo largo de todo el trabajo- encontramos un panegírico de la gestión del gobierno "popular": sangre, sudor y lágrimas de unos chicos, los del PP, que tuvieron que plantar cara a los embates del "stablishment" de los "felipancos" y, finalmente, han conseguido que España "vaya bien".

Así y a tenor de las elecciones de 1996 que dieron paso al gobierno del PP, parece ser que en coherencia con las promesas de regenaración democrática de la vida pública que presidieron las campañas del PP, los papeles del CESID iban a ser entragados a los jueces. Al menos, públicamente partidario de ello era Rafael Arias-Salgado, candidato a ocupar la cartera de Defensa. La eventual asunción de ese cargo y la consiguiente desclasificación de los documentos en cuestión comprometerían seriamente al ex presidente del gobierno, Felipe Gozález, quien no dudó en buscar la intermediación del rey. Éste fue instado para convencer a Aznar de que eligiese otro candidato para ocupar la cartera de dicho ministerio. Y así fue que la gestión del monarca alcanzó su objetivo con el nombramiento de Eduardo Serra -hombre del régimen estrechamente ligado al rey- titular del Ministerio de Defensa. Obviamente, como sabemos, los tan deseados papeles del CESID no han sido entregados al poder judicial.

Pero en relación a un editorial aparecido en El País (2 septiembre 9 firmado por Juan Luis Cebrián, cercano a Felipe González (FG), donde Cacho apunta directamente al rey. Dicho editorial, publicado en fechas próximas a la vista por el caso Marey, daba a entender que FG estaba dispuesto a romper con el consenso constitucional. Era un mensaje que iba dirigido a la Corona: "Al final de la cadena jerárquica había un responsable político al que el sevillano apuntaba al sentirse acorralado".

De ahí su confianza en salir bien librado del asunto de los GAL. En cualquier caso, el rey habría sido puesto al corriente de las actividades de los GAL a través de los despachos habituales que mantenía con FG. "Evidentemente, la amenaza de Felipe apuntando con el dedo a Palacio habría supuesto, en caso de concretarse, llevarse por delante [...] el régimen de consenso surgido tras la muerte de Franco. Habría significado hacer saltar por los aires el modelo de poder formado [...] por esa pirámide en cuyo vértice institucional está la monarquía juancarlista, con Felipe González en el político y Jesús Polanco en el mediático. Y ello con el apoyo complaciente de las grandes fortunas del país [...] Un modelo piramidal (Juan Carlos I, Felipe y Polanco con sus infinitos guardias de corps) que en crisis desde principios de los años noventa [sic] parecía haber entrado en barrena [...] conforme se acercaba la hoa de rendir cuentas ante los tribunales de justicia, muy a pesar de la justicia misma."

En realidad, el aviso se extendía a todo el régimen más que al modelo piramidal al que se refiere Cacho. Es decir, a todos los que consensuaron el orden constitucional vigente, incluido el PP.

Así, los denodados esfuerzos del rey para echar un capote a FG ante el curso inevitable de los procesos judiciales en torno al caso GAL alcanzaron un ritmo frenético en el verano del 98: "[...] se habían celabrado hasta catorce reuniones (de Felipe con el rey, de Aznar con la ministra de Justicia, del rey con Aznar) orientadas todas ellas a salvar el escollo del terrorismo de Estado, empezando por el inminente juicio por el caso Marey, sin poner en peligro el sistema. Ello por no hablar del discreto desfile de magistrados del Supremo y del Constitucional por la Zarzuela, para pulsar la opinión de su majestad en torno al citado caso Marey".

Y entonces se selló el llamado pacto de Marivent.

Otra cosa muy interesante:

Al acceder Aznar al gobierno en 1996 solicitó una relación de gastos reservados de Presidencia, ordenando el fin de dichos pagos compensatorios a la "vedette". Obviamente, ésta protestó e incluso amenazó -llegó a denunciar que estaba siendo amenazada de muerte. La solución del "affaire" corrió a cargo del jefe de la Casa Real, Fernando Almansa, quien compró por 600 millones todo el material comprometedor que estaba en manos de una agencia de prensa extranjera. Aunque dicha solución no parece siemre del todo acertada. En una relación de carácter epistolar y al parecer muy idílica que mantuvo el rey con una italiana llamada Carla de Olghina de Robiland, no se pudo evitar que tras comprarle el material comprometedor, ésta lo publicase todo en unas memorias.

Sobre el Rey y Polanco.

7. El rey y Polanco
Tras una imbricada serie de intrigas palaciegas urdidas en la sombra de Polanco con la colaboración de Manolo, Cacho describe el irremisible ascenso del editor, llegando a convertirse en el favorito de la Corte y la caída en desgracia de Mario Conde. Como cierre de esta recensión, pasamos a transcribir algunos párrafos de cierto interés:

"La prioridad del rey de España se llama Jesús Polanco. Desde principios de los ochenta, el editor cántabro es consciente del enorme poder adquirido por su grupo sobre los destinos de la monarquía española, sabedor de que el futuro de la institución depende en buena medida de una posición contraria o favorable a ella por parte de Prisa [...]".

"En España -decía Polanco- si el diario El País toma una actitud beligerante en contra de la monarquía, la monarquía está jodida [sic]. ¿Por qué? Porque esta monarquía se basa en el consenso, llamémosle así, de los intelectuales para hacer la vista gorda y no ser agresivos con ella. Y como lo intelectuales son de El País, están en El País, si nosotros ponemos a la intelectualidad en contra, la monarquía dura dos minutos [...]".

"[...] Es el único tema realmente tabú existente hoy en los medios de comunicación españoles. Nadie sacaría nunca a relucir un escándalo que fuera creíble y afectara a la estabilidad de la institución de manera efectiva. No, desde luego, Pedrojota y El Mundo. Menos aún el ABC. Asensio, dueño del grupo Zeta [sic], es un hombre con un instinto de supervivencia demasiado desarrollado. ¿La familia Ybarra y el grupo Correo? Nadie se metería en ese lío excepto el grupo Prisa. Naturalmente, siempre y cuando hubiera una razón de peso que lo justificara. Por ejemplo, si estuviera en juego por iniciativa de un gobierno hostil la supervivencia del dinero y poder tejido por los filipancos en los últimos veinte años. Porque en ese caso pocos dudan, empezando por el propio monarca, que Polanco -solo o con ayuda de su brazo político- lanzaría un órdago sobre la mesa nacional. El republicano Polanco es, pues, el hombre que maneja el paraguas nuclear de la estabilidad institucional española. Es, al mismo tiempo, el primer defensor y la gran amenaza de la institución monárquica."

Esto es lo que deduce Cacho a tenor de todos los acontecimientos que siguieron al caso Sogecable, por los que Polanco, de no haber sido por la cobertura de altos vuelos de la que gozó y que instó al gobierno de Aznar a tener manga ancha con el editor, hubiera ido a parar a la cárcel. Aparte del poder mediático de Polanco, según Cacho, este goza de un plus muy superior basado en el conocimiento -transmitido por Manolo a cambio de la protección de Prisa- de los aspectos más sórdidos que rodean a la monarquía española.

Anònim ha dit...

RSC.- Lafarge Cementos dona cerca de 200 toneladas de cemento para obras de interés social
14:56 - 30/06/2008

RSC.- Ecologistas expresan su rechazo a la incineración de residuos en la fábrica de cementos de Lafarge en Toledo (27/06)
Un grupo de ecologistas expresan su rechazo a la incineración de residuos en la fábrica de cementos de Lafarge en Toledo (27/06)
Rsc. lafarge cementos crearÁ una cÁtedra sobre seguridad laboral en la universidad poltÉcnica de madrid (25/06)

VALENCIA, 30 (EUROPA PRESS)

La fábrica de Lafarge Cementos en Sagunt (Valencia) ha donado cerca de 200 toneladas de este material para obras de interés social, entre ellas, la mejora de los accesos al barrio de Penyetes de esta localidad valenciana, en el marco del plan de recuperación del casco histórico del municipio, según informaron en un comunicado fuentes de la compañía.

La empresa realiza de forma periódica este tipo de colaboraciones para contribuir "no sólo al desarrollo económico de Sagunto, donde genera más de 500 puestos de trabajo, sino al social y cultural". Además, la fábrica extiende su colaboración a Valencia y a otros municipios de la Comunitat, como Canet.

Las obras de rehabilitación urbana en el barrio de Penyetes se centran en la eliminación de barreras urbanísticas, por lo que se utilizará el cemento para suavizar pendientes, habilitar rampas para salvar desniveles y sustituir los actuales peldaños. También, se colocarán pasamanos o barandillas en los puntos de mayor desnivel.
)Cementos ha facilitado material al municipio de Canet, con el que colabora desde hace más de 20 años, para mejorar el entorno urbano, con un acondicionamiento de espacios ajardinados, de zonas de recreo en guarderías, de accesos y plazas, así como la eliminación de barreras arquitectónicas o la renovación de aceras.

"Tenemos como máxima prioridad ser una compañía creadora de valor y responsable con la sociedad en la que nos integramos", afirmó el director de la fábrica Lafarge Cementos en Sagunt, Juan Aniz. Por ello, "nos esforzamos por contribuir no sólo al desarrollo económico de la comunidad en la que estamos presentes sino también al social y cultural a través del patrocinio de actividades deportivas, culturales y empresariales, de la donación de cemento para obras de interés social o de acuerdos con diversas instituciones sociales y académicas", dijo.

La compañía también colaborará con la donación de cemento en las obras de acondicionamiento del edificio que albergará la nueva sede en Valencia de la Asociación 'Reto a la esperanza'. El edificio será levantado por personas dependientes en proceso de rehabilitación.

En el nuevo centro, se desarrollarán distintas actividades como talleres ocupacionales, para fomentar su posterior inserción en el mundo laboral, o la reparación de muebles y otros enseres para su venta en rastrillos, y destinarán el dinero que obtengan a campañas de rehabilitación y de prevención, que incluirán diversas iniciativas, como conferencias u obras de teatro, en las que se contará siempre con el testimonio de personas rehabilitadas.

En este sentido, el director afirmó que "llevamos mucho tiempo colaborando con esta asociación, pues queremos contribuir activamente a la consecución de sus objetivos, que nos parecen loables". La colaboración de empresas "es fundamental para una asociación sin ánimo de lucro, centrada en la rehabilitación de las personas que carecen de recursos económicos y que pertenecen a sectores marginales de la sociedad", destacó.

Anònim ha dit...

El deber de un partido consiste solamente en educar politicamente al pueblo no desarrollado para llevarlo a su independencia, hacerlo capaz de tomar el poder por si mismo.
Lo que el partido debe asumir es la educación en el elemento subjetivo de la revolución, que es inculcar la conciencia de su misión hitórica en la clase trabajadora.
La revolución misma solo puede llevarse a cabo por el pueblo trabajador.
Un partido que hable por los pueblos trabajadores, que los represente - por ejemplo en el Parlamento- y actue en su nombre, se enfangará y se convertirá él mismo en un instrumento de la contrarevolución.
Rosa Luxemburgo.